18/06/2007 11:00
El Ministerio de Sanidad y Consumo ha recordado, "en su papel de garante de la seguridad de los pacientes en el consumo de medicamentos", cuáles son las condiciones para la prescripción de la recién aprobada insulina inhalada, comercializada en España por Pfizer bajo el nombre de Exubera, advirtiendo de que "no está en absoluto indicada" para todos los pacientes con diabetes.
Debido a sus especiales características, Sanidad recuerda que este medicamento es de diagnóstico hospitalario y sólo puede ser prescrito por un médico especialista a pacientes adultos. Además, en el ámbito del Sistema Nacional de Salud (SNS), está sujeto a un visado para constatar que el tratamiento se ha prescrito para alguna de las indicaciones aprobadas y que, por lo tanto, el paciente tiene las máximas garantías de seguridad.
En diabetes tipo 1 hay que destacar que este tratamiento no sustituye a la insulina de acción prolongada o intermedia que se administra por vía subcutánea. Asimismo, el especialista debe asegurarse de que el paciente no presenta las contraindicaciones especificadas en la ficha técnica del medicamento (hipersensibilidad al principio activo, hipoglucemia, asma mal controlada o enfermedad pulmonar obstructiva crónica grave).
Del mismo modo, también advierte a los pacientes de que no pueden fumar durante su tratamiento y deben haber abandonado el tabaco al menos 6 meses antes de comenzar a utilizar la insulina inhalada. Si recae en el hábito de fumar, el enfermo debe suspender inmediatamente el tratamiento, debido al riesgo de hipoglucemia, y buscar una alternativa.
Para los pacientes con diabetes tipo 2, en el ámbito del SNS, sólo se podrá prescribir insulina inhalada en el caso de que presenten lipodistrofia severa que dificulte la administración de insulina por vía subcutánea o que incumplan constantemente el tratamiento debido a una fobia insalvable a la administración subcutánea de insulina que haya sido tratada sin éxito.
A estas condiciones se suma un conjunto de requisitos que el especialista deberá considerar antes de prescribir el tratamiento. Por ejemplo, sólo lo recomendará a aquellos pacientes "con un estilo de vida ordenado y que posean una clara conciencia de su enfermedad".
Por otra parte, el paciente será correctamente instruido y entrenado sobre la forma de administración del fármaco, el cálculo de la dosis apropiada y la necesidad de realizarse espirometrías periódicas. Cada seis meses, el médico prescriptor realizará las pruebas de función pulmonar y revisará la pertinencia de continuar con el tratamiento.
Además, el paciente recibirá instrucciones claras sobre la conservación del medicamento, el manejo de situaciones que puedan alterar la absorción de la insulina inhalada, como la exposición al humo del tabaco, o su sustitución por insulina subcutánea de acción rápida.
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