21/02/2007 09:14
Los componentes químicos que se encuentran en los plásticos y los pesticidas podrían influir en la obesidad, según un estudio de la University of Missouri-Columbia (Estados Unidos) en ratones que muestra que cuando los fetos son expuestos a estos componentes químicos, el comportamiento de sus genes podría verse alterado y convertirlos en más propensos a la obesidad y otras enfermedades.
"Ciertas sustancias ambientales llamadas agentes químicos alteradores endocrinos pueden cambiar el funcionamiento de los genes del feto, alterando el sistema metabólico del bebé y predisponiéndole a la obesidad. Esta persona podría comer lo mismo y realizar la misma cantidad de ejercicio que alguien con un metabolismo normal pero desarrollar obesidad mientras que la otra persona permanece delgada", explicó el Prof. Frederick vom Saal, autor principal del estudio.
Esto supone un grave problema debido a que la obesidad expone a otras patologías que incluyen el cáncer, la diabetes, la enfermedad cardiovascular y la hipertensión.
Los investigadores utilizaron ratones de laboratorio para estudiar los efectos de estos agentes químicos alteradores endocrinos que incluyen el bisfenol A, un componente habitual de plásticos de uso cotidiano. En sus experimentos los autores del trabajo descubrieron que estos agentes provocaban que los ratones nacieran con un peso muy bajo y ganaran grandes cantidades de peso en un período de tiempo muy corto, doblando su peso corporal en sólo siete días.
Los científicos hicieron un seguimiento de los ratones a medida que envejecían y descubrieron que continuaban obesos durante toda su vida. El Prof. Vom Saal indica que estudios sobre niños que han nacido con bajo peso muestran que pasan por una compensación similar tras el nacimiento, dando lugar a obesidad a lo largo de su vida.
"Los niños nacen con un bajo peso y con un sistema metabólico programado para situaciones de carencia de alimentos. Es lo que se denomina "fenotipo ahorrativo", un sistema diseñado para maximizar el uso de todo alimento que el cuerpo consume. El problema viene cuando el bebé no nace en un mundo con hambrunas, sino en uno lleno de restaurantes de comida rápida y alimentos con mucha grasa", explica el Prof. Vom Saal.
Los investigadores señalan que deben realizarse nuevos estudios para determinar los agentes químicos que provocan este efecto. Según el Prof. Vom Saal existen aproximadamente 55.000 agentes químicos creados por el hombre en el mundo y 1.000 de estos podrían entrar en la categoría de agentes químicos alteradores endocrinos. Estos agentes se encuentran en productos comunes que van desde el plástico de las botellas a los contenedores de pesticidas y electrónicos.
"Heredamos los genes pero cómo esos genes se desarrollan durante los inicios de la vida también es importante en la propensión a la obesidad y las enfermedades. Las personas con sistemas metabólicos anormales tienen que vivir con estilos de vida muy diferentes para no padecer obesidad debido a que sus sistemas funcionan mal", explica el Prof. Vom Saal. "Necesitamos descubrir qué podemos hacer para comprender y evitar esto".
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